17/01/2016 Cartas de Vincent Van Gogh a su hermano Théo
Abril de 1882
Y es la conciencia de que nada (salvo la enfermedad) puede quitarme esta fuerza que ahora empieza a desarrollarse, es esa conciencia la que me hace considerar el porvenir con valor, y me lleva a soportar en el presente muchos malos ratos.
Es cosa admirable mirar un objeto y encontrarlo hermoso, pensar en ello, recordarlo y decirse luego: voy a dibujarlo; y trabajar, entonces, hasta reproducirlo.
Demás está decir, sin embargo, que no es éste motivo para sentirme contento con mi obra, al punto de creer que no necesitaré hacerlo mejor. Pero el camino para hacerlo mejor más adelante consiste en hacerlo hoy tan bien como se puede; entonces, habrá naturalmente un progreso mañana. [Continúa]
