02/01/2013 Es Capdellá - Un pueblito en las montañas.
A finales de enero y mediados de febrero, una tarde de domingo, mientras paseábamos en el coche con Luis y los chicos, contemplamos algo increíble: la floración de los almendros en Mallorca, Era invierno, hacía mucho frío, recuerdo; sin embargo ante nuestros ojos, los árboles parecían anunciar la llegada de la primavera.
En esta época, cientos de almendros florecidos transforman el paisaje de campos y montañas en una imagen de cuento de hadas. Los árboles se llenan de infinitos tonos de blanco y rosado y se convierten, durante varios días, en el espectáculo natural más bonito de este paisaje mediterráneo. Así, es como descubrí al pueblito de Es Capdellá y desee poder vivir en él algún día.
Con el paso de los años, mientras estudiaba hostelería conocí a Francisca (Vicens Salvá), una mujer mallorquina, once años mayor que yo que increíblemente para mi sorpresa vivía en ese pueblecito. Nos hicimos buenas amigas y con el tiempo llegué a quererla como a una hermana. Ella y su padre viudo fueron como esa familia que no teníamos en este lugar del mundo. Mis hijos la llamaban Tita Francisca y Abuelo Paco (a Francisco Vicens Palmer).
El abuelo Paco es quien hizo los contactos con Don Miguel Moragues que tenía un local comercial alquilado a un señor Carrillo de Calviá y que estaba interesado en traspasarlo.