La apuesta del gobierno de Bután por hacer que su desarrollo económico no se base en el crecimiento de su Producto Interior Bruto, sino en el índice de la Felicidad Nacional Bruta, ha llevado a su Primer Ministro, Jigma Thinley, a convertirse en la estrella del Primer Congreso Internacional de la Felicidad, que concluyó ayer en Madrid.
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HOMBRES COMPROMETIDOS