El rincón de Debbie El díario del rincón de debbie

Mis nonos José Marangoni -Emma Luppi

×

Error message

  • Notice: Trying to access array offset on value of type int in element_children() (line 6656 of /hosting/www/elrincondedebbie.com/public/includes/common.inc).
  • Deprecated function: implode(): Passing glue string after array is deprecated. Swap the parameters in drupal_get_feeds() (line 394 of /hosting/www/elrincondedebbie.com/public/includes/common.inc).
<- Volver Atrás

19/01/2007 Mis nonos José Marangoni -Emma Luppi


A mis abuelas y abuelos, a mis nonos y nonas, a los bisabuelos y bisabuelas, tíos y tías, primos y primas, sobrinos y sobrinas, a todos mis antepasados cuyas historias son parte de la mía.

Arriba izquierda los nonos José y Emma, debajo la tía Elena (casada con el tío Maquieira - Farmaceútico -Vivían en Córdoba con mis tres primas María Virginia, Leonor y Estela . De pie de izquierda a derecha: Hugo (Bioquímico), Dante, Humberto (Contable), Ubaldo- Abajo sentadas de izquierda a derecha: la Teté, la nona Emma y la tía Ida.Arriba izquierda los nonos José y Emma, debajo la tía Elena. De pie de izquierda a derecha: Hugo, Dante, Humberto, Ubaldo- Abajo sentadas de izquierda a derecha: la Teté, la nona Emma y la tía Ida.

Las generaciones cambiaron mucho. En pleno siglo XXI las parejas muestran una pérdida de fe en la pareja, hay menos paciencia, mucha intolerancia y demasiado egoísmo. Todas las relaciones presentan dificultades en su trayectoria de vida; pero es posible limar asperezas y lograr a través del afecto y la comunicación, un espacio para que ambos cónyuges se sientan cómodos y puedan desarrolarse individualmente sin que por ello la pareja se vea afectada.
No se ven casi relaciones largas ni durarderas en estos tiempos que corren. Las fotos familiares cambian de un año a otro su fisonomía y hay que reemplazarlas continuamente para no ofender al nuevo-a que llega.

Mi bisabuelo José era un cascarrabias de mucho cuidado. Nadie se atrevía a incordiarle. Pero en una ocasión, mi abuela Teté que estaba casada con un Juez de Paz y que vivía por el Chaco-Santiagueño, donde Dios perdió el poncho como solían decir los paisanos de aquellos remotos lugares; tuvo que venir a Tucumán y alojarse en la casa paterna, para que uno de sus dos hijos, mi tío Gerardo que estaba muy grave (gastroenteritis) y que casi se muere, pudiese recibir asistencia médica adecuada.

Al nono le disgustaba sobre manera que su hija Teresa terminase sus días en aquellos pagos alejados de la mano de Dios como él solía decir, así que cuando vio que su hija se preparaba las maletas y los niños para retornar junto a su marido, le hizo esta horrible advertencia: "Como te marches a ese infierno arriesgando la salud y el futuro de tus hijos, aquí no regreses nunca más. Si te atreves a cruzar el portal, olvídate que somos tu familia.

En cada historia de vida hay antecedentes familiares, con fuertes lazos con un pasado complicado o represor, y entonces uno dice que no pasará por eso. Pero cuando nuestros hijos descubren el amor por primera vez, entonces todo empieza a ser como nosotros no queríamos que sucediera; porque el amor no puede ser calculado. El amor es una magia que empieza con una gran fuerza y luego, sin explicación comienza a desvanecerse. No dejarlo morir es tarea de dos.




En QDQ